La ¿vocación? escritural de Juan empieza y termina en la serie Robin Hood: ama y lee casi exclusivamente literatura contemporánea, pero cada tres o cuatro meses vuelve a esos libros amarillos y gastados, de herencia paterna. No puede creer los diálogos de Conan Doyle, las moralejas de De Amicis, los personajes de London. Le pasa lo mismo con los cuentos de Cheever y Yates, las películas de Scorsese y los videos de jugadas y goles del Enzo Francescoli. Licenciado en Comunicación Audiovisual. Periodista fluctuante. 

En 2017 participa en Bienal Arte Joven Buenos Aires con su cuento La experiencia Tracketk.