Ciudad tomada
22 agosto 2017-
Crónica por Cecilia Gil Mariño, artista escénica seleccionada para asistir al Le Séminaire en Avignon.
Ciudad tomada
Empezar a andar en la ciudad intramuros es como entrar en un gran carnaval del teatro y de la danza. No hay superficie en la ciudad donde no haya un afiche promocionando una obra. El panadero te dirá “Bon festival” en lugar de “Bonne journée”. Ésa es Avignon durante el Festival que casi la define como ciudad; una ciudad tomada por el teatro.
Retrato de familia. Diversidad y unidad
Suiza, Rusia, República Democrática del Congo, Italia, Canadá, República Checa y Argentina fueron los países elegidos para participar del Seminario de Avignon este año. Entre la diversidad y la potencia de la unidad, pasé mis días junto a ellxs. Mi selección personal de recuerdos accesibles para armar un relato de lo sucedido está indefectiblemente ligada a cada unx de ellxs. Por ello, en este pequeño álbum elijo una foto, por supuesto incompleta aunque espero no injusta, de cada unx de estos artistas. Hay un dicho popular que dice que “una ciudad son las personas”. Et voilá, mon Avignon.
Sylvie (Francia)
Sylvie es Profesora en la Universidad en París y crítica teatral. Ella era la encargada de guiar los debates en nuestras sesiones de discusión.
Feminista y especialista en marionetas, Madame Marionette como muchxs la llaman, Sylvie nos propuso una posibilidad crítica y lúdica de mirar. El teatro como experiencia sensorial, como un territorio de texturas y no solo de ideas.
Lucie (Ginebra, Suiza)
Ella entiende la danza como yo la entiendo. Suelo estar de acuerdo con ella y me fascino con su mirada del espacio. “Una coreografía no es solo la danza, sino toda la organización del espacio”, tengo anotado. Por momentos pienso que mira el movimiento casi arquitectónicamente, todas las relaciones corporales y espaciales fluídas y dinámicas. Creo que compartimos una fascinación por lo mutable, además de estar siempre listas a la hora del baile.
Michael (RD Congo)
En la primera sesión de discusión, Michael se presentó a sí mismo como alguien que hacía teatro para tomar la palabra.
Michael solía intervenir en los debates de modo menos enérgico que muchxs de nosotrxs pero con una seguridad casi ancestral del sentido político del teatro, de lo que implicaba ser un artista en un país como el Congo, en un continente como África.
Cuando era chica Congo solía ser una referencia de lo lejos. Michael y Dorine acortaron esa distancia.
Maria (Rusia)
Maria sorprende por su coraje. Escenógrafa y directora, viaja cada semana a Moscú para trabajar. Comprometida política y socialmente con el escenario artístico, mujer de opiniones sin matices pero abierta a cambiar de opinión también. Maria se preocupaba por los materiales, no solo escenográficos sino también en los vestuarios como parte de un todo.
Lukás (Zurich, Suiza)
“Soy muy sensible a la música, es fácil tocarme a partir de la música”. Si el sonido estaba bien trabajado, casi que Lukás podía disfrutar de cualquier espectáculo. Lukás es también muy sensible a la luz. Escenógrafo creador, defensor de ese oficio como lugar creativo y no solo instrumental. Creo que el sonido es un elemento fundamental para él a la hora de pensar una escenografía, tanto como cualquier material o la luz. Y, además, se ganó el título de Capitaine Soirée.
Aude (Ginebra, Suiza)
Aude espera para intervenir y lo hace con vehemencia. Me encanta escucharla. Aude es actriz y directora y dramaturga de obras de teatro para niñxs. Su mirada, no solo sobre el teatro sino sobre la niñez, es inspiradora. Aude ganó una beca para escribir una obra de teatro para el público joven “Quand je serai grande je serai Niki de Saint Phalle” y me invitó a ser su Niki Saint Phalle en una lectura performática la última noche del Seminario. Yo también cuando sea grande, quiero ser como los personajes de tus obras, Aude.
Maxime (Canadá)
Mi compañero del otro lado del océano. Maxime trabaja a partir de la interacción con diferentes tecnologías y la inteligencia artificial (Siri), y se pregunta por el vivo de esas relaciones. Siri está en todos lados para Maxime. Tal vez sea porque vivimos en los extremos (los dos culos del mundo) que nos preguntamos sobre esas distancias y relaciones.
Emilio (Italia)
Lo primero que Emilio me dijo al verme fue “argentina? Cugini”. Y, sí, somos primxs. Nada más parecido a un porteño que un napolitano. Hombre de teatro como le gusta llamarse, hombre del texto, hombre que disfruta del trabajo del actor, del cuerpo, de la voz, de la poética del texto, que conoce al dedillo a todos los grandes autores, que disfruta de esos universos. Riguroso y con un gran y ácido sentido del humor. Emilio me trajo nuevamente la pregunta por la palabra.
Nina (República Checa)
Nina, la benjamina del grupo pero no por ello intimidada. Nina describe sensorialmente sus impresiones, mueve las manos y los dedos con sumo detalle al hablar, como si quisiera que pudiéramos tocar sus palabras. Y es que sus palabras tienen textura. Nina compra libros y escribe de mañana. Me da la sensación que escribe para que no se le pierdan los pensamientos. Nina me proponía todo el tiempo la pregunta por las sensaciones antes que todo lo demás.
Filippo (Italia)
Hombre de circo y de la gestión artística. Filippo, junto a otrxs artistas, tiene un espacio cultural en Milano.
Sensible a la organización del espacio también, en sus espectáculos trabaja con cuerdas para expandirse al espacio aéreo. Generoso y atento, otro miembro del team baile.
Emilie (Ginebra, Suiza)
Emilie trabaja a partir de la relación con la arquitectura, así como también se pregunta sobre el cine y el video como elemento de la escena teatral. La más puntual del grupo pero portadora también de una locura inspiradora. Emilie también tiende a preguntarse por la calidez de las cosas, por la carne de la escena, más allá de la virtuosidad.
Dorine (RD Congo)
Dorine puede caminar y bailar largo rato con una botella en la cabeza sin ningún tipo de dificultad o tensión!
Viene de la danza pero él prefiere presentarse como autor, ya que es el autor de sus proyectos. Dorine nos preguntó un día con qué ojos mirábamos las obras. La pregunta abrió un gran debate sobre si solo mirábamos aquello que habíamos aprendido a ver o si éramos capaces de ver más allá de nuestras espaldas culturales.
Fin de fiesta. Imagen del final de La fiesta de Israel Galván. Cour d’honneur du Palais des Papes
Este espectáculo fue uno de los más polémicos del Festival y dividió aguas entre el público y la crítica. Algunxs entraron en transe y lo amaron, y otrxs se exasperaron por cómo Galván utilizó el espacio. Por momentos parecía que podían seguir horas y horas, como en las fiestas cuando siempre se pide una copa más y se retarda la salida. Nadie salió intactx. Y así fue que volví.
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